jueves, 27 de agosto de 2009

En la pared (modificado)

"Un instante, tal cual éste, puede ser explosión. Hoy fuiste Big Bang en mí, y me dejste en órbita."

viernes, 21 de agosto de 2009

Capítulo I: El origen

Los años en los que él y su pandilla dominaban las calles, se terminaron. El Kaiser y Bulldog estaban muertos. Mitfits, cumpliendo condena perpetua. Maxine se volvió loca. No pudo con todas las imágenes aberrantes en su cabeza, y la internaron. Y eso fue lo peor para él. Que le sacaran a Maxine de sus brazos.

Y hacía un tiempo que venía barajando la posibilidad de irse. Aunque la policía había dejado de poner interés en su captura, ya no quedaban excusas que lo ataran a ese lugar. Pero el miedo, que siempre acompaña en los senderos angostos del cambio, siempre frenaba su paso.

Al despertar, esa mañana se mostró diferente a todas las anteriores, y entendió el mensaje. Recorrió por última vez las plazas que lo cobijaron de niño, las calles que lo cubrieron de adolescente, y los bares que lo entendieron de adulto. Y emprendió el viaje. No iba a volver nunca, eso lo tenía claro. Para qué irse sino?

Recordaba escenas de alto contenido de violencia con su pandilla, mientras en silencio esperaba ser atendido. La mirada fija puesta en el cartel de arribos y embarques. Adonde iría? En dónde podría volver a encontrar esa adrenalina? Si había algo de lo que estaba seguro era que quería volver a empezar.
Armar una nueva pandilla y conquistar las calles. Meter miedo. Imponer respeto. Encontrar su Maxine...y sentirse vivo.

- Buenas tardes, bienvenido. Destino?

Preguntó rutinariamente la pálida flaca que lo atendió. Respuesta simple para cualquier individuo que sabe dónde ir. Pero para él era un dilema.

QUÉ DESTINO LE OFRECERÍA MEJORES POSIBILIDADES DE REINAR EN LA CLANDESTINIDAD, EN LA EMERGENCIA?

Pensó unos instantes, y analizó las posibilidades. No podía ir a un país muy organizado, porque sería atrapado rápidamente. Tampoco podría ir a uno muy pobre, ya que sería carne de cañón.
Debería encontrar un lugar en el que pueda encontrar suficiente actividad de riesgo, pero con un respaldo de corrupción para poder salir ileso. Ahí fue cuando la iluminación llegó.

Portei eligió venir a la Argentina.

jueves, 20 de agosto de 2009

La voz en su cabeza

Su sombra te sirve de escudo.
Claro, lo acompañas silenciosamente.
Ni siquiera sabe que estas ahí.

Jamás había sentido algo tan fuerte.
Como lo sintió por ella.
Y entra a cada cabaret a olfatear.
Tal vez, la encuentre otra vez.

Ya verás que cuando la noche pase,
no tendrás donde esconderte.
Y el podrá verte.
No habrá donde escapar.

Mientras tanto, el sigue recorriendo.
Sus dedos duelen, por desabrigo.
Y un loop en su cabeza, con frases de ella.
No deja de sonar.

....

Hicieron bien con el?
en dejarlo ir?
No borraron todo...

Hicieron bien con el?
dejarlo vivir?
Capaz recuerde,
y quiera vengarse.

Rezá, rezá.
Para que no mire atrás,
cuando amanezca.

Rezá, implorá.
Que ocurra un milagro.
Que no te vea.

martes, 18 de agosto de 2009

Juego Psicópata

Y otra vez sigue con la dicotomía entre lo que sueña y lo que hace.

Cuando llega la noche, siempre crece su intelecto interior. Comienzan a surgir las seguridades, los sueños concretos, la adrenalina de lo promisiorio. Y configura infinitas posiblidades de éxito. Y de reconocimiento. Como así también, vastas ideas para llevar a cabo los planes. Algunas absurdas, pero la gran mayoría viables. Y creativas. Excitantes. Todo concuerda de noche.

Pero al llegar el día, el ánimo es otro. Yunque en el cerebro a la hora de despertar. Y actitud municipal. Horas y horas hasta lograr levantrse. Burocracias internas, obstáculos minuciosamente colocados por el inconciente para boicotear hasta donde más se pueda el inicio de las actividades. Y una vez levantado, la angustia. No cesan las artimañas para obstaculizar la salida de casa. Las veces que logra salir, se siente liberado, y hace. Pero no siempre es tan así. A veces, las artimañas tienen efectos retardados y lo hacen volver una vez afuera.

Este juego psicópata, entre él contra él mismo, lo está matando de a poco. Y lo está separando del mundo real. No logrará nada hasta poder vencer al demonio, que cada mañana se convierte en su aliado, y le habla gentilmente al oído.