martes, 18 de agosto de 2009

Juego Psicópata

Y otra vez sigue con la dicotomía entre lo que sueña y lo que hace.

Cuando llega la noche, siempre crece su intelecto interior. Comienzan a surgir las seguridades, los sueños concretos, la adrenalina de lo promisiorio. Y configura infinitas posiblidades de éxito. Y de reconocimiento. Como así también, vastas ideas para llevar a cabo los planes. Algunas absurdas, pero la gran mayoría viables. Y creativas. Excitantes. Todo concuerda de noche.

Pero al llegar el día, el ánimo es otro. Yunque en el cerebro a la hora de despertar. Y actitud municipal. Horas y horas hasta lograr levantrse. Burocracias internas, obstáculos minuciosamente colocados por el inconciente para boicotear hasta donde más se pueda el inicio de las actividades. Y una vez levantado, la angustia. No cesan las artimañas para obstaculizar la salida de casa. Las veces que logra salir, se siente liberado, y hace. Pero no siempre es tan así. A veces, las artimañas tienen efectos retardados y lo hacen volver una vez afuera.

Este juego psicópata, entre él contra él mismo, lo está matando de a poco. Y lo está separando del mundo real. No logrará nada hasta poder vencer al demonio, que cada mañana se convierte en su aliado, y le habla gentilmente al oído.

No hay comentarios: